miércoles, 18 de mayo de 2016

ENTREVISTA EN TV con Roberto Lastre y Joseba Cabezas 10-5-16


En 2.5 Gasteiz, la primera vez que salgo en la tele, un poco agobiado al principio pero muy a gusto después, sobre todo porque mi editor Roberto Lastre me pone por las nubes y Joseba Cabezas es tan próximo, hace que te sientas tan cómodo, que te expresas como eres y la cosa queda de lo más natural. Gracias a los dos, y al grupo de gente impecable que estaba alrededor controlándolo todo. Hablo de mi obra, que me aspen.





Enlace: https://www.youtube.com/watch?v=jibOy0dpwGU&feature=youtu.be




jueves, 5 de mayo de 2016

PHOTOWRITING en LITERAKTUM Donostia 2016

Photowriting en Okendo



En el pasillo de entrada a la biblioteca, lugar ideal para la lectura.




Con Paula Arbide




Con Paula Arranz



El relato escogido La piel del rinoceronte, con su foto.




domingo, 1 de mayo de 2016

POESÍA EN LA PINTURA-Museo de Bellas Artes de Álava 21 abril 2016

'Poesía en la pintura' es un recital de poemas inspirados en obras de la colección del Museo de Bellas Artes de Álava.
Participan Catalina Garces, José Antonio Martín, Eneko Martínez Goikolea, Ernesto Susana, Ana Sánchez Serrano, Francisco Taboada, Pedro Tellería, Rikardo Arregi, Blanca Uriarte y Mary Zurbano.

Selección a cargo de Ángela Serna, Juan L. de la Cruz y Roberto Lastre.




El día de los hechos




Mi lectura




El cuadro escogido





LA FÁBRICA. Enrique Suárez Alba. Óleo sobre lienzo. 1960-69. Museo de Bellas Artes de Vitoria-Gasteiz
   
LA FÁBRICA

Ahora que el paisaje hostil
se encarga de la memoria,
que sobre el escenario de mi infancia
cruza veloz una autovía,
puedo ver aún el hilo oscuro
de la chimenea incansable
que soldaba los esfuerzos
a la vida escasa, doce horas,
de sombra a sombra,
mientras crecían los hijos
hacia este futuro escueto.

Al alba llegábamos helados,
la tropa de la tartera,
con el cocido frío, el tocino blanco
y una rebanada de hogaza prieta.
También nos alzamos, y nos tumbaron,
y nos alzamos de nuevo. Prohibido creer,
escribió con tiza,
junto al horno,
el incendiado turno de noche.

Como el olvido fuimos humo
eternos de pico y pala
sordos de troqueladora
destemplados por la fragua
entre charcos de gasolina
y tierra quemada
de grasa consistente.

En estos tiempos aciagos
de ideas recauchutadas,
cuando las mentes despiertas
duermen satisfechas en el limbo,
¿quién se acuerda ya
del polvo sucio
que sepultó nuestras cosechas,
renegados del campo
persiguiendo el canto del acero,
el rígido cemento
y la plácida Seguridad Social?

Las naves abandonadas
gritan hoy sus ecos
desde nuestros cuerpos de carne
al corazón eléctrico de los autómatas.
La fábrica fue la matriz
del asfalto que nos cobija,
ahora es aire esterilizado
donde sueñan las máquinas
con un aumento de lubricante.

Mi memoria es un cementerio
de bloques de hormigón
tejados de uralita
brillantes raíles
potentes diferenciales
y la sirena implacable
que cortaba las horas.

F.T. 21-4-16