martes, 3 de julio de 2012

ECONOMÍA DOMÉSTICA


Economía doméstica


            Mi padre entró en la sala de estar con un periódico viejo, un martillo y la hucha de barro. La rompió de un solo golpe y cayeron sobre la mesa algunos billetes de diferente valor, bastantes monedas grandes y apenas calderilla. Preguntó enfadado cuánto dinero había allí, y como por casualidad me estaba mirando dije 4.750 pesetas. Mi hermana me corrigió añadiendo de su parte 125 pesetas, cantidad ingresada esa misma tarde como pago por un rotulador comprado la semana anterior, y mi madre restó 50 pesetas que le faltaban para el recibo de la funeraria, que acababa de pasar. Mi padre nos miró a todos con reproche, y mi madre le preguntó para qué pensaba que era la espátula de Nocilla que había junto a la hucha.

                                                                                      de Silencios que me conciernen 

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