jueves, 11 de junio de 2020

LOBOS Y GOMINOLAS




LOBOS Y GOMINOLAS

Como aúllan de noche los jardines
reclamando ser campo abandonado
sin roturar y en barbecho permanente,
yo me quejo con frecuencia del pensar
ordenado en renglones previsibles
que retratan la mano que los guía,
me condenan a ser lo que parezco.

No me engaño, comprendo el mecanismo,
en la voz se incluye el grito, el canto
y el lamento, esa válvula de escape que
la niega, la desdice, la cuestiona, desafía
su esencia poniendo por encima hasta
el silencio, que si explica el rumbo de la música
¡cómo no va a dar sentido al pensamiento!

Es una matraca reiterada, insistente,
que aburre tanto como reivindicar
los derechos de la entrepierna,
la paz en el combate, el pan
necesario en las barrigas hinchadas,
la expansión del universo conocido
o el cese de la lija de tus manos.

Pero no se frena al lobo con gominolas
ni la carne es plástico edulcorado
ni el sentir una opción transitoria,
los juegos de palabras solo son juegos,
huir no es correr hacia adelante,
en la sangre siempre está la herida
y en cada aliento anida su locura.


Foto: Paula Arranz
    

0 comentarios:

Publicar un comentario