Criterios
Mi hijo no dormía bien. Le pregunté si le preocupaba algo y me contó lo siguiente. Él y esos amigos tan raros que tiene anotaron durante meses los programas de televisión que veían y los sueños que tuvieron en esas fechas. Las conclusiones del estudio, que van a presentar como trabajo escolar, demuestran que después de ver ciertos programas se pueden tener sueños parecidos, y que las personas enganchadas a una misma programación coinciden cada noche en idénticas pesadillas. Han titulado el experimento: la patente de los sueños. El mayor del grupo tiene catorce años.
de Silencios que me conciernen
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