ANTES DE
LA CENA
Al pasar
junto a la puerta de la calle
prueba,
ya casi sin darse cuenta,
si está
abierta, que no lo está,
se han
llevado hasta la llave
menos
mal, cuánto miedo,
afuera
vive el bicho malo
que mata
gente a montones.
Ha
dispuesto sobre la alfombra
un ejército
de muñecos, por colores,
los más
vivos delante, amenazando,
y en
medio, protegidos en un círculo
por la Patrulla
Canina al completo
y cuatro
dinosaurios gigantescos
a mamá
papá la abuela y Pincho
que ladra
mucho pero es cobarde.
¡Ríndete,
Bicho Malo, apestoso, cagón,
que te
vamos a dar con un palo
en la
cabeza!, le ha gritado con el dedo
en alto,
la cara enfadada, y un golpe
seco,
contundente, de la zapatilla
contra el
suelo. Luego ha ido al balcón
y de
puntillas ha oteado la calle vacía:
no hay
nadie nadie nadie nadie y nadie.
El sol se
estaba ocultando tras las montañas
y le ha
dicho: “No te escondas, que te veo”.
Ilustración: SeD
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