AUNQUE fuera verdad que este instante se genera
aquí y ahora,
que esto que escribo y estoy dictando y leo
sea cierto:
¿no es la palabra otro reloj,
al fin y al cabo?
Sólo hablo por vicio,
porque no logro evitarlo.
Pero cómo no decir
con todo el silencio
que me queda por delante.
Merezco pensar,
razonar es mi castigo.
Mejor hubiera sido
no haber tocado nada,
dejarlo todo como estaba
y vivir.
de Palabras dactilares, pag. 37
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