AULLIDO GERMINAL
Como perro golpeado escondo
entre las piernas el alegre
rabo de la inocencia.
Ya no puedo confiar en el agua
que me ahoga, la tierra
que tiembla y me sepulta,
el viento que arrasa, y el fuego:
nunca he confiado en el fuego
en la advertencia de la llama
en su dominio incuestionable.
Todo, cada cosa y objeto, está
ahora cubierto de daño invisible,
por encima de la superficie flota
lo oculto que hiere y mata,
nada puedo tocar en un mundo
de ortiga víbora escorpión
tarántula virus escondido.
No me gusta este regreso al miedo
ancestral, al animal de hoguera,
el turno de guardia, los profetas,
el filo agudo de la noche oscura,
el satélite-dios que me vigila y
sabe dónde estoy y con quién
y con cuánto encierro seré castigado.
Como lobo acosado afilo
en mi pensamiento la idea
feroz el argumento.
Ilustración: SeD
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