TENÍAMOS DEDOS
Imposible saber qué se pierde
en estos momentos entre nosotros,
como herramientas o palabras
desusadas, el tas del platero
relegado a la esquina de los crucigramas
o el fragante petricor después de la lluvia,
tal vez el abrazo prolongado e imprudente
de los amantes ante testigos o la mirada
de odio sin freno de dos socios que se detestan
pero algo es, eso se nota
esta mañana mismo, en el camino
del golf de Pedreña, a pesar del saludo
entre paseantes desconocidos
nos alejábamos como leprosos
nos mirábamos con recelo
nos cruzábamos rotos,
y los solitarios parecían
más condenados que nunca
a cargar con su soledad
vamos heridos, eso se nota
pronto, los rastreadores de miseria
nos informarán del tamaño de la pérdida,
veremos el listado completo
de lo irrecuperable, sentimiento
tras sentimiento, ese gesto y también
ese otro, y nos pedirán que cojamos
bolígrafo y papel, que tomemos nota
para explicárselo en el futuro
a los niños que ya no juegan juntos.
Ilustración: SeD
0 comentarios:
Publicar un comentario