JUNTO a mi cadáver irán mis amigos,
tambaleando,
delgados ellos, gordo yo en la caja,
la tripa llena,
la cena eterna,
el corazón detenido en grasa,
el partagás a medio fumar:
¡que me entierren con el puro!
dirán que dije,
y vaciarán sus petacas sobre mí.
De regreso el sol
lo habrá quemado todo,
el instante quieto,
las piedras sofocadas,
los árboles esperando viento,
ningún testigo a quien preguntar nada,
el pensamiento,
al fin,
descansa.
Estoy muerto, vaso vacío,
todos los bares están chapados,
me rindo contra la pared, vomito estrellas,
intento completar una definición,
identificarme:
Yo soy.
Pero ya no hay eco.
de Palabras dactilares pag. 81
de Palabras dactilares pag. 81
0 comentarios:
Publicar un comentario